sábado, 11 de julio de 2009

volando en el mar

Y ahora desde mi balcón con vistas al mar, me dedico a contemplar todo ese curso que consiguió volverme loca. Cosas que olvidar, cosas que recordar… pero un capítulo más en la que es la novela de mi vida. Tendría que agradecer que algunos me abrieron los ojos, si pensaba que el mundo era un lugar frio y vacio… me hicieron ver que era todavía más frio y vacio de lo que yo pensaba: la amistad es una quimera, el amor la mayor de las mentiras y el odio el único sentimiento que nos mantiene vivos aunque poco a poco nos sume en la locura.

Por fin a día de hoy, casi puedo afirmar que los vestigios de la venda que cubría mi rostro se encuentran a mis pies, puedo contemplar el mundo en su totalidad y solo unas palabras salen de mis labios: “no quiero volver”. Ahora vacías de significado, irán llenándose de él a medida que se acerque el momento de comenzar de nuevo la tortura. Busco una escapatoria pero no sé si me la concederán ¿me darán una nueva oportunidad dejándome marchar de ese instituto en ruinas que ahora es la tumba de mis recuerdos? Historias y más historias que descansan entre sus paredes.

Sigo engañándome pero esa mentira soporta el peso de un mundo que yo no quiero aguantar, ahora soy libre y nadie ni nada conseguirán someterme.

Una ola que rompe contra la playa consigue sacarme de mi ensimismamiento, recordándome que tengo hambre y comienza a hacer frio, lo mejor será que vuelva a entrar en casa.