viernes, 22 de enero de 2010

Rota

Una muñeca rota, eso es lo que era. Se imaginaba rota, a pesar de que no era más que un antiguo juguete, no sentía, no padecía… realmente no era más que un trozo de tela sucio pero, por alguna razón, allí estaba, tirada en un rincón, llorando, mientras veía como se alejaba. Había crecido, ya no jugaba. Había crecido, ya no sonreía. Había crecido y había dejado de ser ella. Si las marionetas llorasen, eso estaría haciendo nuestra pequeña amiga, derramar lágrimas mientras su corazón de trapo era irreparable.

martes, 5 de enero de 2010

Reflexiones de medianoche

Llega una hora en la que comienzo a decir estupideces. No debería estar delante de la pantalla en esos momentos, ya que algún desgraciado tiene que escucharme y los blancos son múltiples. ¿Qué debo pensar de esas personas? ¿Simples interesados? ¿Amigos incondicionales? Realmente no soy capaz de imaginarme un mundo en el que los amigos sean… capaces de no buscar su propio beneficio. ¿Existen personas así? Probablemente, pero son una minoría en peligro de extinción. Toda persona tiene un momento de amistad y de disfrute de una vida sin límites y un momento de reflexión, y supongo que yo me encuentro en ese último. Estoy sola, o todo lo sola que se puede estar en un mundo globalizado. Te llegan solicitudes de amistad de gente que no has visto en tu vida, te maravillas contemplando lo popular que eres debido a la gran cantidad de visitas que tienes en tu perfil, las cerca de dos mil fotografías que tienes, pero al final, ¿Quién eres? Puedo ver tu perfil, puedo ver la cantidad de comentarios, puedo conocerte a través de una pantalla pero, sigues sin ser real. De noche no puedes dormir, tu móvil no para de sonar pero ¿es eso lo que quieres? Eres popular, eres conocido pero ¿eres querido o acaso todas las personas que te rodean son iguales que tú? Una cara bonita que sonríe en las fotografías, un ser popular que mira con deseo a aquellos que no se dejan llevar por la marea pero que no tiene la suficiente valentía como para romper con todo, ser la persona que quiere ser y finalmente se deja guiar por estereotipos .

Creo que sería buen momento para apagar de una vez la pantalla e irme a dormir y tener mis habituales pesadillas, seres queridos que no me abandonan, pero realmente es tan maravilloso y gratificante estar aquí, viendo como intentan comprender, como intentan ser tus amigos y como tú eres tan estúpida como para contarles tus problemas, tus inquietudes, tu vida… aun a sabiendas de que mañana ya no estarán ahí, y todo lo que dijiste se encontrara en un libro de tapas negras, como tu historia será leída por todos aquellos a los que en algún momento ofendiste con tus ansias de poder, con tu forma de ser estúpida y vanidosa.

¿Quién eres? ¿En qué me he convertido? Ya no soy la joven de ojos marrones que antiguamente se miraba en el espejo, que se escondía tras unas gafas y un peinado que le ocultaba la cara, que creía en seres fantásticos, que creía en poder encontrar una solución… ya no era aquello y nunca más lo seria, ahora tan solo era una cara bonita, sin vida, sin personalidad.