miércoles, 29 de abril de 2009

cartas desde mathausen

Querido... no merece la pena escribir a quien va dirigida esta carta ya que sé, que nunca llegara a su verdadero destinatario.

Ya no me queda mucho tiempo de vida, así que he decidido contar, en este arrugado papel, mis vivencias en esta cárcel de oscuridad y dolor. Todo se podría resumir en un infierno, pero con eso no lo abarcaría todo. Cuando todo esto comenzó, sabía que mi vida daría un giro de ciento ochenta grados.

En mi anterior vida era una niña que conseguía todo lo que quería con lágrimas. Aquí eso ya no funciona. Al principio lo probé, pero esos repugnantes hombres solo reían, las humillaciones eran diarias y pronto aprendí a mantenerme fuera de su vista; fue entonces cuando me di cuenta de que mi vida de color de rosa había acabado y, de que ahora, debía enfrentarme a la cruda realidad a la que hasta ahora no había echo frente, por eso me juré venganza, una venganza que solo en mis sueños podía concebir. Era tan tremendamente maravilloso y gratificante imaginar que su futuro y sus vidas estaban en mis manos, como si de simples marionetas se tratasen, que pudiese desechar en cuanto me viniese en gana, el no pesar que era al contrario me proporcionaba la seguridad necesaria para enfrentarme al desolador día a día que se vivía encerrado entre esas cuatro paredes.

Nunca había trabajado, como ya he dicho, yo fui una persona acomodada, y los criados lo hacían todo por mi pero ahora, la realidad era muy diferente y habían cambiado los patrones que regían la sociedad.

Me encuentro en el fin de mis días, se que pronto vendrán a buscarme para llevarme a quien sabe donde, pero estoy segura de que mi vida aquí fue mucho mejor que la de muchas personas. Muchos temían por sus seres queridos, deseando que su futuro no fuese el suyo, sabiendo que se equivocaban; pero en mi caso, cualquiera que me importase había muerto mucho antes de que toda esta historia comenzase.

Pude ver como personas con las que había tratado, a las que había escuchado iban desapareciendo poco a poco. Cuando preguntábamos nos decían que se habían ido porque habían limpiado sus pecados y y no tenían por que estar aquí, y que a todos nos llegaría la hora, pero nunca me creí esa historia, por lo menos la referida a la parte de los pecados. Todo lo que nos decían era una mentira tras otra, nos creían estúpidos, y tal vez algunos lo fuéramos. Creo en mi propia seguridad, pero no en un ser superior que va a solucionar mis problemas, dificultades que yo misma tendré que remediar... tal vez ese fuese el porque de estar allí encerrada.

Al principio tenia fe en que algún día saldría de aquí, pero ahora ya no creo en nada, solo deseo una muerte rápida y sin dolor y que mis cenizas vuelen junto con mi alma, recorriendo todos los lugares, que el egoísmo y el desprecio humanos me negaron al encerrarme de por vida.

Los primeros rayos del sol están iluminando este trozo de papel. Es probable que sea la última vez que lo vea, pero no estoy triste, al menos, no como antes. Hace tiempo que deje de vivir; no soy mas que una cascara vacía para la que el tiempo no pasa, hace tiempo que las lágrimas se secaron y huyeron de mis ojos para no regresar jamas.

Estoy cansada, noto como la vida se escapa entre mis manos como si de arena se tratase, por eso me despido aquí, ya que la bella muerte camina a mi lado.

1 comentarios:

Simone Solitaire dijo...

Buah! qué triste es este, madre mía! Me he dado cuenta de que siempre escribes cosas de este estilo, todas oscuras... escribe alguna cosa de otro tipo, a ver qué tal se te da!! :)
De todas formas, está guay, era para un concurso? cómo quedaste?

Voy a seguir leyendo todo esto, que tengo muchas cosas pendientes y te dije que tarde o temprano las iba a leer ^^

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