viernes, 22 de mayo de 2009

es muy facil hacerlo si eres un personaje de ficcion

''Ya no quiero volver a levantarme, prefiero quedarme sentada observando, no involucrándome.''

Estaba tumbada en mi cama, escuchando toda la música que había en mi reproductor de mp-3.
En unos minutos habré superado por una hora la media noche pero no tengo sueño, me contento contemplando la luna, pensando en lo perfecto que sería vivir en ella, pisar esa tierra plateada, tierra de sueños y de nuevas oportunidades, pero entonces me doy cuenta de que no puedo alejarme de la tierra, de los problemas de los simples mortales.

Mi móvil comienza a parpadear... me puedo suponer lo que es, uno de mis mayores problemas. Decido no levantarme a mirar quien es ni que quiere, seguramente será alguno de mis compañeros de clase, los infantiles de los que ya hable en otro momento, preguntándome a la una de la mañana que examen hay al día siguiente, y luego te pasan por delante de las narices sus buenas notas sin estudiar contra mis mediocres notas estudiando, pero eso es otro tema del que hablare en otro momento.

Confías en las personas, forma parte de tu naturaleza como humanos, pero yo me pregunto el porqué de ese maldito hecho. La convivencia sería muy fácil, nadie te molesta, nadie se mete contigo ya que no tiene razones, entonces llego al tema de los amigos y es en ese momento cuando me doy cuenta de que realmente no existen. Llamamos amigos a personas en las que confiamos, a las que se lo contamos casi todo, a las que les pedimos opinión y por las que daríamos muchas cosas... es entonces cuando me doy cuenta de que, en la aburrida ciudad en la que vivo ahora... no tengo un solo amigo. La razón es simple, todos me han fallado.

Tras todas esas caídas, me he dado cuenta de que, confiar en la gente no me ha traído mas que desgracias así que aquí estoy, tumbada sobre mi cama, observando como una luz da vueltas y más vueltas y poco a poco me voy sumiendo en un tranquilo sueño, arropada por la luz de la luna que lo vela para que nadie pueda perturbar el descanso que tanto ansío, el poder volver a sonreír sin ser una máscara, el poder bajar mis defensas, el no sentirme atacada.

Poco a poco me voy quedando sola, tal vez no esté hecha para vivir en sociedad. Mis únicos amigos, los personajes de los libros a los que idolatro, los que tanto me han enseñado, ellos se caen y se levantan, luchan contra la adversidad y no pierden la sonrisa pero... es muy fácil decirlo, es muy fácil hacerlo si eres un personaje de ficción.

1 comentarios:

Simone Solitaire dijo...

No estás sola. No puedes pensar así. No voy a enrollarme ahora en todo esto, ya hablaremos.


"Recuerda que incluso un lobo solitario tiene una manada."

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