Podía escuchar aquella música pero por más vueltas que daba sobre si mismo no podía encontrar el lugar del que provenía aquella maravillosa melodía. El violin se elevo de entre el resto de instrumentos para dar fuerza a la melodía. Destacaba entre el resto de sonidos, creando la armonía entre las notas discordantes. Una lucha entre los graves y los agudos, semejante a la lucha mitológica entre el bien y el mal, pero en esta ocasión no habria muertes por el camino, solo la belleza de una lagrima descendiendo por la mejilla de un espectador, sobrecogido ante la inmensidad de unos sentimientos inabarcables, tiempo atrás enterrados.
No paro de buscar hasta que exhausto se tumbo sobre el frio pavimento. Allí, solo y cansado, podía escuchar con mas intensidad aquella música. Cerro los ojos, si aquello era estar loco, habría deseado estarlo mucho antes. Todas sus heridas se cerraron, las cicatrices se borraron y la oscuridad llego como una bala de plata atravesando su cansado corazón.
jueves, 15 de octubre de 2009
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3 comentarios:
M'encantó.
Pero mucho además.
Un beso Lara, cuidate!
Ya lo había leído, pero no acabado, como ya te dije me gusta ^^
"Todas sus heridas se cerraron, las cicatrices se borraron y la oscuridad llegó como una bala de plata atravesando su cansado corazón"
Me cunde mucho la frase ^^
Vigila las tildes que te faltan, por lo demás está genial.
Dale duro al bolígrafo!!
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